El tirador que más tarde se acreditará con el mayor número confirmado de bajas en cualquier guerra de la historia vino desde sus humildes comienzos rurales. Nacido cerca de la frontera de la actualidad Finlandés-Ruso, Häyhä fue un granjero y cazador antes de entrar en combate, aunque no es sorprendente saber que ya tenía su parte de trofeos de tirador. Sus habilidades fueron afinadas por la durísima vida en la naturaleza de la Finlandia rural. Cuando el ejército rojo invadió Finlandia tres meses después del estallido de la guerra, Häyhä oyó la llamada del deber.
Häyhä solo media 1,53 cm de altura, que fue una base para su elección del arma, un M/28 o fusil M28/30 soviético Mosin-Nagant que se adapta a su pequeña talla. Rechazó un rifle de precisión a favor de las miras de hierro básico por otras razones: significaba menos blanco, así él podría mantener la cabeza baja; niega el riesgo de su posición de ser expuesto por el resplandor del sol en la lente telescópica; y por último las miras eran propensas a que empañen o se rompan, que fue una preocupación en la nieve y el hielo de la guerra de invierno. Häyhä era un profesional.
Supuestamente un rifle con mira hierro tendría dificultades para abatir a sus objetivos, pero con 505 muertes confirmadas como un francotirador (los otros 200 le disparó con una ametralladora) demostraba que Häyhä claramente tenía un buen ojo. Otra táctica, para ocultar su propia posición del enemigo, fue compactar la nieve delante de él para que su disparo no molestaría a la nieve. También se metía nieve en la boca para ocultar su aliento y que el enemigo no le detectara.
A pesar de tales medidas, La terrorífica reputación de Häyhä le precedieron, y los soviéticos avanzaban intentaron varias estrategias específicamente diseñadas para deshacerse de esta amenaza mortal solitaria. Equipos de francotiradores y unidades de artillería fueron desplegados con el único propósito de eliminar la muerte blanca, pero los bosques nevados de Finlandia fueron sus cotos de caza, no soviético.
Sin embargo, hazañas del francotirador finlandés se acabaron. El 06 de marzo de 1940, fue disparado en la cara en primera línea por un soldado ruso. La bala atravesó su mandíbula y le voló su mejilla izquierda, los soldados lo recogieron y lo trajeron de vuelta a la base con informes de que "la mitad de su cabeza desapareció". Todavía Häyhä (Se dice que es un hombre tranquilo y afable) fue capaz de sobrevivir, despertó del coma el 13 de marzo, el mismo día en que se declaro la paz entre Finlandia y Rusia.
Cuando la guerra había terminado, Häyhä fue promovido desde cabo a segundo teniente. Pasó a convertirse en un cazador de alces exitoso y vivió hasta la edad de 96 años. Cuando le preguntaron sobre su servicio, afirmó, "Sólo hice lo que se me ordenó y lo hice tan bien como pude". Le preguntaron cuál era la clave de su éxito, su respuesta fue corta, "Practicar... y días claros".
