Primero que nada presentaros la miniatura en cuestión
Modelo: Pz. Kpfw. III Ausf. M/N
Marca: Italeri
Nº Ref: 7041
Escala: 1:72
http://www.tracks-n-troops.com/shop/ind ... =5a&page=4
Aunque a nivel de detalle destaca bastante y tiene unas proporciones y formas acordes, su montaje no resulta tan fácil como en un principio suponía. Piezas que cuestan encajar, otras demasiado frágiles y unas cadenas seccionadas y sólidas que hay que tener mucho ojo para tornearlas y ajustarlas de forma que no desentonen (ahora entiendo por qué la imágenes de la caja eran dibujos y no la maqueta en sí)
Tras el montaje le hice algunos detalles de guerra, impactos de balas, abolladuras y poco más, quedando la miniatura de esta forma.


Como veis los shuldzens laterales del tanque aun no están colocados para facilitarme el acceso a su interior y así incrementar el efecto de realismo. Los de la torre fueron colocados antes pues era una construcción más endeble y compleja que la otra y si provocaba algún daño a causa del pegamento podría enmascararla luego con la pintura. Algo que no podría haber hecho de la otra manera.
Los impactos están hechos siguiendo dos procedimientos. Los más grandes los hice con una broca de 0,75mm en un Dremmel a baja revolución, para controlar la penetración y la temperatura del mismo, pues si se excede podría derretir el plástico. De esta forma hice las perforaciones y las abolladuras. Las perforaciones más pequeñas fueron hechas con un alfiler calentado en una vela, de ahí que sus contornos sean negros y destaquen tanto. Las chapas retorcidas están hechas con un cuter calentado de la misma manera que el alfiler, pero sin llegar a ponerse al rojo, tan solo calentarlo para que el plástico perdiera su rigidez y se pudiera moldear.
Hecho esto pasé a limar los bordes de estas oquedades con un cuter con pasadas suaves para así reducir esas formas abultadas que le habían aparecido a causa del calor del alfiler. Pero sin retirárselo del todo, pues tras consultar algunas imágenes de época pude ver que los impactos presentaban las mismas deformaciones, aunque de forma más reducida.
Hice una limpieza superficial con un hisopo de algodón en alcohol para retirar el polvo y el hollín y pasé a imprimar la miniatura.

La elección de la imprimación afectará al acabado final de la obra, de ahí que me decantara por esta imprimación verde de Army Painter. La razón, bien simple, pretendo representar una escena de batalla en el centro de la península de Italia, en uno de sus numerosos bosques que hay entorno a Mote Casino o alguna zona adyacente, en una época temprana del verano o tardía de la primavera, por lo que este color ayudaría a la hora de reflejar la luz refractada de ese bosque aun frondoso, pero con los primeros indicios de un vegetación ya madura.
Como también podéis comprobar, la imprimación no cobre todo el vehículo solo aquellas zonas que van a estar más expuestas, ya que la imprimación no es una pintura en sí, sino un mecanismo que facilita el agarre de la futura pintura. En mi opinión no hay que exagerar de ella, tan solo manchar la miniatura para facilitar ese trabajo.
Una vez seca la imprimación pasé al pintado del vehículo. Lo primero que hay que hacer es elegir la paleta de colores que vas a emplear y las herramientas. Por mi parte me decanté por el aerógrafo y unos colores que me permitieran representar los colores de los tanques de la Panzer Division Hermann Göring en Italia (Julio de 1943) Así que como colores me decanté por: Arena Iraquí Model Color de Vallejo (819) como color base y Tierra Mate Model Color de Vallejo (983), Alemán Cam. Pardo Medio Model Color de Vallejo (826) y el Azul Andrea Model Color de Vallejo (841) como sombras.
La elección de la Arena Iraquí se debe a que es un color claro pero que se acerca a los colores empleados por el ejercito aleman para pintar todos su vehículos, pero sin llegar a serlo del todo. Como ya he dicho es más claro, pero esa saturación menor que tiene será suplida a medida que se le vayan aplicando capas de sombras, filtros, aguadas y envejecidos que le irán subiendo los tonos hasta los deseados y más parecidos empleados por los alemanes.
Lo primero que hice fue darla una mano generosa de Arena Iraquí a toda la miniatura como color base. Para ello diluí la pintura en Etanol 96º hasta que adquirió una consistencia parecida a la del aceite. Con ella rocié toda la miniatura con pasadas amplias tanto horizontales como verticales hasta dejar una superficie lo más homogénea posible. Moviendo el aerógrafo de tal manera que la pintura llegara lo más perpendicular posible a toda la superficie.

Seguidamente hice una mezcla de Arena Iraquí y Azul Andrea en la que predominaba el Arena casi al 90% para dar unas sombras generalizadas por todo el vehículo y con generosidad. Para seguidamente dar una segunda mano más puntual en aquellos puntos donde pretendía resaltar volúmenes o fuertes sombras añadiéndole a la mezcla un poco de Tierra Mate.
Tras limpiar el aerógrafo hice una mezcla de Arena Iraquí y Tierra Mate donde predominaba la Arena en un 70% o menos que apliqué en los bajos y zonas donde suponía que tendrían una sombra más sucia y grasienta o donde pretendería aplicar un futuro sombreado más cálido.
Todas estas mezclas fueron diluidas en Alcohol hasta alcanzar una consistencia entre el aceite y la leche, tirando más hacia la leche, pues lo que pretendía era manchar la pintura base, no cubrirla y una pintura más diluida facilita ese efecto aunque su control se ve reducido pues se esparce con mayor facilidad.
Para rematar aun más la faena e intensificar más volúmenes y sombras importantes, que sirvan para “dibujar” las formas del vehículo, pero de forma sutil apliqué un tercer juego de sombras, hechas con una mezcla de Arena Iraquí, Alemán Cam. Pardo Medio y Azul Andrea en proporciones cercanas a 45%/45%/10% respectivamente, diluyéndola en Alcohol hasta una densidad parecida al aceite, si no un poco más espesa. Para controlar su flujo lo mejor posible.
Lo apliqué de forma lineal sobre todas las hendiduras de entre chapados para así resaltarlas, así como para intensificar las sombras más predominantes.




El siguiente paso se puede considerar como un paso atrás ya que sería dar una nueva capa de color base (Arena Iraquí) a todo el vehículo para apagar un poco las manchas de las sombras y así intensificar el efecto de volumen de forma sutil, no tan abrupto como está ahora, pues me he excedido, adrede, en esos efectos pensando en este paso.
Para ello aplicaremos dos manos de pintura, ambas de Arena Iraquí puras con la diferencia de la cantidad de diluyente que lleven ambas. La primera mano será con bastante diluyente para esparcirla sobro todo el vehículo por igual y así encender un poco las sombras, homogenizando todo el conjunto de paso. Y haciendo ligeros y sutiles hincapiés en las superficies más planas, pero sin llegar a cubrirlas del todo, tan solo jugar con el color para crear atmosfera.
La segunda mano será con la pintura más espesa, aceitosa, y la aplicaremos de forma aleatoria por todas las superficies evitando las junturas, así intensificaremos los efectos casuales y podremos jugar con las sombras para crear efectos de volúmenes y torsiones.






Tras esto, el trabajo del aerógrafo se ha terminado y pasamos a la mesa taller para su pintura a pincel. Lo primero que hago es pintar con negro todos los elementos metálicos y accesorios que vayan después pintados con otros colores, como pueden ser maderas, cuerdas y las llantas de las ruedas. Para ello utilizo Negro Model Color de Vallejo 950 diluido en agua hasta dejarlo con una densidad parecida al aceite. La razón de esto es que pretendo hacer veladuras, no pintarlos de forma intensa, así emplearé el color base del vehículo para crear sensación de caucho sucio y desgastado desde un principio y poder trabajar con ese efecto a lo largo que vaya avanzando el proyecto. Así si me interesa oscurecerlo me será más fácil, pues me resulta más fácil que iluminar. Pero este soy yo, a otros le puede resultar más fácil el otro camino de ir iluminando progresivamente.

Terminado esto tenemos un tanque bastante logrado y que se podría considerar acabado nada más le apliquemos el color metálico. Pero todo resulta demasiado artificioso, todo es demasiado limpio, incluso esas sombras sucias que se comentan al principio y todo es debido al aerógrafo, este no es demasiado aleatorio en su ejecución y todo queda muy artificial. La miniatura requiera de un toque aleatorio y menos sutil que la pintura colocada con aerógrafo, para ello aplico una tercera capa de color base puro (Arena Iraquí) pero esta vez aplicado a pincel seco y de forma muy sutil y progresiva voy desaturándolo añadiéndole Arena Clara model Color de Vallejo (837) para hacerle algunas luces al vehículo y así incrementar sus volúmenes.
La técnica de pincel seco que aplico procuro que sea muy sutil y limpia, manchando el pincel muy poco y aplicándolo sobre las superficies de la maqueta tras limpiarlo concienzudamente sobre un papel muy absorbente que elimine gran parte de la pintura y casi toda su humedad.
En este punto hay que armarse de paciencia porque los efectos se van viendo tras la tercera o cuarta mano de frote, no antes. Aparte que los movimientos han de ser constantes empezando antes de tocar la miniatura y terminando una vez las cedras del pincel hayan abandonado la maqueta, evitando así que el pincel “descanse” sobre la superficie y deje más cantidad de pintura de la deseada. También el movimiento del pincel ha de ser estudiado. Dado que se están dando luces estas han de tener un origen, por lo que este manchado a de empezar desde arriba y evitar el contacto con las partes inferiores del vehículo, donde supuestamente la luz no incide con tanta facilidad como en el resto.



Llegados a este punto tengo que hablar sobre los fallos casuales. Tras aplicar el pincel seco es muy común que salgan pequeños volúmenes que no habíamos visto antes y que hayan sido producto del infortunio o de algún goterón de pintura que no hayamos podido controlar o que no nos hayamos dado cuenta. Como es el caso del hilillo de pegamento que se ve en la última imagen del shulzen. O de una pelusilla de un chaleco que salió volando en el momento más inoportuno y se pegó en el tanque mientras estaba pintándolo con el aerógrafo. No procuréis quitarlo mientras la pintura esté húmeda, destrozaréis la obra. En vez de eso quitadlo cuando se haya secado y si queréis reparadlo. Por mi parte suelo dejarlos, son defectos, errores y pormenores que le dan más personalidad a vehículo. Ese hilo de pegamento parece que es un goterón de pintura aplicado por alguien con prisas, algo normal cuando hay una guerra por medio. Y esa pelusilla te puede ayudar más adelante, cuando la retires a crear un efecto de arañazo que no hubieras conseguido con el pincel y a pulso…
Así que mi consejo al respecto es que ni os preocupéis si aparecen errores de ese tipo, siempre se puede encontrar alguna explicación para camuflarlos creando más personalidad a tu obra.
Tras todo este juego de pinturas, aerógrafo y pinceles, dejamos el tanque preparado para que se le apliquen las pegatinas al agua y así concluir con las técnicas acrílicas y pasar a los óleos.
Y dado que ya es tarde y llevo mucho escrito lo dejo para continuar mañana.
Saludos, Tomy.