Pues que los británicos, tan civilizados ellos en algunas cosas, no tuvieron comedimiento alguno en bombardear una urbe con prácticamente nulos objetivos estratégicos (salvo que se encontraba repleta de refugiados alemanes) y causar más victimas que un bombardeo nuclear. Nunca ha quedado acreditado, creo, que los soviéticos solicitaran el bombardeo en la Conferencia de Yalta, como posteriormente quisieron emplear como argumento sus aliados occidentales para justificar la debacle, que incluso originó interpelaciones y preguntas en la Cámara de los Comunes.
La famosa porcelana de Dresde, de aquella época, dejó de existir. El método de bombardeo favorito del Jefe del Bomber Command británico (Sir Arthur Harris, "Bomber Harris"), que incluía a canadienses y demás imperiales, se conoce habitualmente como Bombardeo de Alfombra, en alusión a la saturación de fuego de una extensa zona y en contraposición a un bombardeo de precisión. El nº de bajas causadas en el bombardeo de Dresde no son ni remotamente comparables (La bestialidad no tiene bandos, sólo inocentes victimas) a las causadas por los alemanes en Londres, Coventry, Rotterdam o Guernika. Aunque ya se sabe que el que siembra vientos recoge tempestades...
Figuradamente, mi frase en un post anterior quiere hacer referencia a esas partidas, que todos hemos "disfrutado" alguna vez, donde las 6 caras de los dados parece que sólo tienen unos y donde te encantaría, por ello, acabar con el adversario por una vía más expeditiva que la habitual, lejos de las legítimas normas del reglamento por el que se rige la batalla...
Saludos
