Os pongo unpoco enprecedentes: Estas navidades me regalaron un aerógrafo de Artesanía Latina parecido a este
Perfecto ya que el mio tiene más años que Abraham y Matusalem juntos. Asi que comienzo a usarlo. Prefecto, trasto nuevo, a aprender a hacer mezclas que se adapten a su caño, boquillas y que eviten la opturación de la aguja. Lo de siempre con todo lo que es nuevo, así que me lo tomo con filosofía y voy provando mezclas, presiones y demás tinglados técnicos que no voy a poner aquí para no aburrir.
Lo que sí diré es que hiciera lo que hiciera siempre notaba que al cabo de un par de minutos de uso empezaba a escupir gotas de pintura y la parte interna de la boquilla se ensuciaba más de la cuenta, lo que provocaba que cada vez fueran más grandes. Me veía obligado a limpiar esas secciones y a continuar pintando probando otras proporciones de mezclas a ver si acertaba de una vez por todas. Pero nada, siempre el mismo resultado. Por lo que lo dejé de lado y seguí con el de toda la vida.
Hasta esta semana, que gracias a que tengo unpoco más de tiempo me he emperrado en averiguar que es lo que le pasa al trasto... Pongo imagen de las partes del aerógrafo porque voy a tener que hablar de ellasy quiero que os situéis por si resulta que tenéis el mismo problema y como solucionarlo.
Dado que ya estaba seguro que no era culpa de la mezcla de pintura ni que estuviera obturado decidí que posiblemente fuera cosa del aerógrafo en sí. La aguja era nueva, por lo que no tenía problemas. Llené el calderín de agua y sobre fondo oscuro estudié como salía el flujo de agua. Resulta que este salía torcido y rozando la aureola de la boquilla lo que provocabaque se condensara allí el agua y aparecieran las malditas gotitas.
Quitando esta, veía que el agua salía perfectamente uniforme y sin provocar gotas o patas de arañas, pero que seguía saliendo torcida, de hecho de un modo más pronunciado.
La razón era que la Boquilla de Salida (3.) no estaba centrada debidamente con el hueco del Cabezal (2.)tocandose precisamente en esa dirección en la que salía despedida la pintura (en este caso agua).
Decidí sustituirlos, pero el problema persistía, la boquilla no se centraba con el cabezal, por lo que ni corto ni perezoso y sabiendo que tenía sustituto si metía la pata (son relativamente baratas estas piezas) procedí a agrandar el tamaño de este hueco, procurando comer el metal que precisamente tocaba con la Boquilla y buscando que el hueco resultante fuera concéntrico con esta.
Y así acabé con las malditas gotas y patas de galló del aerógrafo, y ahora me tira de maravilla... Tengo que adaptarme al flujo del aire, pero nada que la practica no solvente.
Así que os lo comento porque este es una nueva razón por la cual aparecen las tan temidas patas de gallo que hasta el momento no se había comentado y ni a mi se me hubiera ocurrido pensar quefuera un motivo.
Saludo, Tomy.
