Las peanas son de arena, sin adornos, porque se supone que el suelo de los campos de prisioneros es de arena.
Un hurón, guardia alemán de los que buscaban cualqueir indicio de planes d efugas, vestido con su mono negro de faena. La peana está sin terminar, como se ve a simple vista


Cuatro prisioneros por aquí.

Y tres por aquí, incluído el Rey de la Nevera, con su eterno guante de béisbol.

Los pinguinos, esos que se dedican a dispersar la arena de los túneles, se ven montoncitos de arena en sus zapatos.

Y dos prisioneros más.
